sábado, 7 de septiembre de 2019

TRABAJOS LIBRES - Graciela Flores y Luisa González



SOÑAR UNA INSTITUCIÓN PSICOANALÍTICA. 
LÍMITES Y POSIBILIDADES

Graciela E. Flores[1] 
Luisa A. González Pena[2]



El propósito del trabajo es intentar dar cuenta de la complejidad de la construcción de una nueva institución psicoanalítica en Argentina de IPA, después de muchos años de que ello no ocurriera.

Se trata de un relato del desarrollo de un proyecto que se lleva a cabo en una provincia argentina distante de las grandes ciudades, en un tiempo como el actual, en el que predomina lo efímero y en el que el pensamiento, la palabra y las emociones están devaluadas.

En la construcción de este camino son numerosas las fronteras que encontramos, que nos exigen pensar y repensar continuamente, cuál es la institución posible a ser construida; es decir los límites y las posibilidades que implica.

Se podría considerar que el mito de nuestro origen como institución, se constituye a partir de una inesperada visita del Consejo de Presidentes de las Sociedades Argentinas a la ciudad de San Luis, 10 años atrás. La sorpresiva propuesta de alentar la formación de una nueva asociación en nuestro lugar, en el marco de una política de la IPA, movilizó en nosotros una intensa turbulencia emocional por lo significativa y compleja. Esta, a la vez se vinculaba con un antiguo deseo de construir un espacio de formación psicoanalítica.

La inexistencia de una formación con las características que ofrece una institución psicoanalítica unida a la gran dificultad de viajar a otros centros, generaba en nosotros una preocupación, por la gravedad del hecho que los egresados de la universidad nacional de la cual éramos docentes, se iniciaban en el ejercicio de la profesión, sin los conocimientos teóricos necesarios, sin supervisiones clínicas ni análisis personal. Esta situación implicaba serios problemas éticos y de desarrollo profesional.

En este sentido, empezamos a soñar con la posibilidad de comenzar el largo recorrido que implicaba fundar una institución psicoanalítica, que pudiera ser un espacio de transmisión de conocimientos ya constituidos y a la vez, un lugar de generación de nuevas ideas.

A partir del aprendizaje obtenido de experiencias previas frustradas, tomamos la decisión de generar un tiempo de deliberación, convocando a psicólogos del medio para conocer su motivación y compromiso para participar en la creación de un proyecto de estas características. Para evitar la construcción de un edificio sin una base sólida, a partir del intercambio, surgió la idea de establecer encuentros periódicos con el fin de estudiar y discutir ciertas temáticas psicoanalíticas que previamente, habían sido elegidas por los participantes.

Se intentó en ese momento no realizar una adhesión prematura a normas y pautas de funcionamiento, sin haber transitado por un proceso de reflexión y comprensión del significado y las implicancias de pertenecer y sostener una institución de IPA.

En este devenir se sucedieron conflictos diversos, situaciones de rivalidad, manifestaciones del narcisismo de las pequeñas diferencias, así como sentimientos de incertidumbre y ansiedades vinculadas a la posibilidad de seguir creciendo. Estas últimas se intensificaban por el hecho de tener que superar la evaluación del conocido Comité de Site Visit, que la IPA envía para considerar si es viable el acceso al status de Grupo de Estudio. Ellas son algunas de las fronteras que han sido atravesadas por el grupo y que inevitablemente continúan irrumpiendo, ya que son propias de la vida institucional.

Cabe destacar la importancia del lugar del diálogo, muchas veces intenso y apasionado, entre los diferentes integrantes, tanto entre los miembros y con los analistas en formación, sobre todo en momentos en que se está definiendo el perfil de la institución y hay que tomar decisiones, así como “hacerse escuchar por la IPA”.   

En la etapa fundacional es importante el intercambio permanente con analistas de otras asociaciones y el asesoramiento de aquellos de mayor experiencia y conocimiento del funcionamiento institucional de la IPA.

Es a tener en cuenta que en toda institución existe una tensión inevitable entre la tradición en el sentido de trasmisión de saberes y normas ya establecidos y la invención, concebida como la posibilidad de crear nuevos conocimientos y nuevas modalidades de organización.

 Es interesante analizar cómo se manifiesta esta relación dialéctica en una institución en construcción, en la que se profundiza este contrapunto, al no poder mantener cierto equilibrio inestable que permita contener sin someter. En la historia de nuestro grupo, un riesgo que vivimos (y seguimos viviendo) es que la aspiración a pertenecer nos lleva en algunos momentos, a la tentación de apegarnos acríticamente a doctrinas y normas de la institución madre. De este modo, se abandona el pensamiento autónomo, restringiéndose las posibilidades de plantear las singularidades y dificultades al Comité de Patrocinio que “representa” a la IPA y que queda significado como la “tradición”.

En este sentido, el grupo intenta permanentemente tomar conciencia de esta problemática, advirtiendo las distintas fronteras a superar, tales como la idiosincrasia de nuestra región, la cultura psicoterapéutica de numerosos integrantes, inicialmente la falta del número de miembros de IPA requeridos reglamentariamente, la endogamia inherente a una ciudad pequeña, entre otras.

En este proceso de construcción de la institución promovemos una transmisión no dogmática de la teoría y de la técnica psicoanalítica, el conocimiento de la coexistencia de una multiplicidad de modelos en nuestra disciplina, un pensamiento autónomo de los integrantes, la participación activa de todos (miembros y analistas en formación) y la apertura e interacción con las diferentes instituciones de nuestro contexto cultural. De igual modo, se estimula el reconocimiento de las nuevas problemáticas que interpelan al psicoanálisis en la actualidad, como la temática de los géneros, las nuevas subjetividades sexuadas, la violencia de género, las nuevas infancias y adolescencias, las configuraciones familiares actuales, la parentalidad de hoy, entre otras tantas.

Consideramos que al tener en cuenta los problemas antes mencionados, y al valorar el aporte de otras disciplinas como la filosofía, la antropología, la sociología y la política, con las cuales es posible establecer un enriquecedor diálogo interdisciplinario, intentamos trascender las fronteras que pueden imponer la tradición, por un lado y la invención, entendida como una creencia en la espontaneidad, el sentimiento de autosuficiencia y el apego al sentido particular de cada vivencia.

En nuestra experiencia de transitar el camino hasta que se logró acceder a ser considerado Grupo de Estudio hace dos años atrás, advertimos la relevancia que las personas que integran los Comités de Patrocinio, además de la capacidad de transmitir las pautas de organización y funcionamiento de una nueva institución, posean la plasticidad suficiente, para comprender las singularidades del grupo en construcción y considerar las fronteras que nos limitan.

De este modo, es posible que su tarea se caracterice por acompañar y contener el desarrollo del grupo, promoviendo un clima que favorezca la creatividad y el crecimiento.

Estas cualidades deseables en estas comisiones, pensamos que sólo son posibles a partir de la existencia de políticas flexibles en el Comité de New Groups de la IPA.

Otra situación importante que no se puede dejar de mencionar, ya que se constituye en un serio riesgo para la continuidad grupal, son los inevitables movimientos regresivos que como toda institución hemos transitado y transitamos. Este clima emocional de pérdida transitoria del estado mental de grupo de trabajo (Bion, 1961), y el consiguiente surgimiento de los diferentes supuestos básicos, se incrementan en estos momentos fundacionales, por la intensidad de las ansiedades inherentes a la incertidumbre que produce lo nuevo. Este tipo de funcionamiento grupal distorsiona el diálogo, perturba la discusión enriquecedora de conocimientos, conduce a conflictos infantiles, a juegos de poder innecesarios y a una comunicación sesgada, que pueden llevar a la ruptura grupal.

La posibilidad de recuperar la capacidad de pensar se vincula con los recursos del grupo para autocuestionarse, con la toma conciencia de la experiencia emocional que se está transitando y de este modo enfrentar los propios límites. Se intenta desarrollar la tolerancia a las diferencias, la comunicación de los propios malestares, así como una escucha receptiva y abierta a las ideas del otro.

¿Por qué una nueva institución psicoanalítica hoy?

La construcción de una nueva sociedad psicoanalítica hoy nos enfrenta con numerosos desafíos. En primer término, es imposible dejar de considerar que el acelerado desarrollo científico y tecnológico ha modificado las pautas del modo en que vivimos. Por lo tanto, si cambia el contexto cultural también la mente cambia. Se advierte así, que los criterios de realidad, el sistema de ideales, las cualidades de los malestares y los criterios de éxito y fracaso se han modificado en esta sociedad de la imagen, de la instantaneidad y del espacio virtual.

En función de todo ello, los referentes básicos que utilizamos los psicoanalistas como sexualidad, filiación, familia, malestar, placer, transgresión, no son los mismos que antes. Esto nos exige la tarea insoslayable de intentar comprender las variaciones operadas, para poder escuchar a los que estructuran su vida psíquica de una manera diferente a las de otras épocas.

De esta manera, el psicoanálisis y todas las ciencias humanas se ven compelidas a revisar sus conceptos centrales, en este nuevo contexto socio histórico, ya que de no hacerlo podrían transformarse en discursos vacíos.

Nuestra aspiración es que la formación psicoanalítica les provea a los nuevos analistas herramientas para el abordaje de analizantes con dificultades en los procesos de simbolización, en los que el espacio psíquico no puede alojar el conflicto con sus ansiedades y defensas por la intolerancia al dolor psíquico, lo que conduce a la expulsión al cuerpo o a intentar tramitarlo en el pasaje al acto.

Es por ello, que se intenta desarrollar recursos en los analistas en formación para que puedan hacer contacto y hablar un idioma compatible con los nuevos pacientes, buscando la posibilidad del despliegue de la transferencia en un vínculo significativo, que permita ir descubriendo el sentido de los padecimientos.

Soñar una institución psicoanalítica nueva, atravesada por los anhelos mencionados, podría sostenerse ante la existencia de múltiples terapias alternativas que se ofrecen como una solución rápida a las problemáticas actuales.

Fundar una institución psicoanalítica hoy, supone poseer la convicción de la vigencia del discurso freudiano como “vía regia” de indagación de las nuevas subjetividades.

El deseo como institución en crecimiento es transmitir que psicoanalizar no consiste en aplicar una teoría con la que nos identificamos, sino desarrollar la disponibilidad para detectar y alojar lo nuevo que aparece en el campo analítico.

Bibliografía

  • Bion, W. (1961). Experiencia en Grupos. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós.
  • Bleichmar, H., Etchegoyen, H., Fainstein, A., Eizirik, C.L. y Olagaray, J. (setiembre de             2010). Cien años en Sociedad. Hable con ella. Docta. Revista de Psicoanálisis. Año 8 (6),    pp.205 - 214.
  • Eizirik, C.L. (setiembre de 2011). Tradición/Invención. Docta. Revista de Psicoanálisis. Año 9 (7), pp. 104 – 108.
  • Nick, S.E. (2014). La herencia transgeneracional, el complejo fraterno y el trabajo institucional. En APdeBA (Ed.) XXXVI Simposio Anual Siglo XXI: Herramientas y dispositivos del psicoanálisis (pp. 125 - 132). Buenos Aires, Argentina: APdeBA.
  • Pasqualini, R. (2011). El relato como escritura. En APdeBA (Ed.) XXXIII Simposio Anual Relatos de la clínica (pp. 254 - 256). Buenos Aires, Argentina: APdeBA.
  • Vidal, I. (2014). El analista y las instituciones. En APdeBA (Ed.) XXXVI Simposio Anual Siglo XXI: Herramientas y dispositivos del psicoanálisis (pp. 119 -124). Buenos Aires, Argentina: APdeBA.
  • Viñar, M.N. (setiembre de 2011). Tradición/Invención. Docta. Revista de Psicoanálisis. Año 9 (7), pp. 87 – 94.

Descriptores: Institución Psicoanalítica – Fronteras - Tradición - Invención

Resumen

Este trabajo, es un relato que intenta dar cuenta de la complejidad de la construcción de una nueva institución psicoanalítica de IPA en una provincia Argentina, después de muchos años de que ello no ocurriera.

El logro de ser un Grupo de Estudio en una ciudad pequeña nos enfrenta a numerosas fronteras, que nos exigen pensar y repensar continuamente, cuál es la institución posible a ser construida; es decir los límites y las posibilidades que implica.

En este devenir, la relación dialéctica entre tradición e invención intensifica su tensión, siendo muchas veces difícil mantener cierto equilibrio inestable.

Es así que recuperar la historia del grupo y aprender de la experiencia que surge en el proceso de creación de una nueva institución, nos permite ir trascendiendo las fronteras que pueden imponer la tradición, por un lado y la invención, entendida como una creencia en la espontaneidad, el sentimiento de autosuficiencia y el apego al sentido particular de cada situación vivida.





[1] (APdeBA / Grupo de Estudio Psicoanalítico San Luis)
[2] (Grupo de Estudio Psicoanalítico San Luis)

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