SOÑAR UNA INSTITUCIÓN PSICOANALÍTICA.
LÍMITES Y POSIBILIDADES
Graciela
E. Flores[1]
Luisa
A. González Pena[2]
El propósito del trabajo es intentar
dar cuenta de la complejidad de la construcción de una nueva institución
psicoanalítica en Argentina de IPA, después de muchos años de que ello no
ocurriera.
Se trata de un relato del
desarrollo de un proyecto que se lleva a cabo en una provincia argentina
distante de las grandes ciudades, en un tiempo como el actual, en el que
predomina lo efímero y en el que el pensamiento, la palabra y las emociones
están devaluadas.
En la construcción de este
camino son numerosas las fronteras que encontramos, que nos exigen pensar y
repensar continuamente, cuál es la institución posible a ser construida; es
decir los límites y las posibilidades que implica.
Se podría considerar que el
mito de nuestro origen como institución, se constituye a partir de una
inesperada visita del Consejo de Presidentes de las Sociedades Argentinas a la
ciudad de San Luis, 10 años atrás. La sorpresiva propuesta de alentar la
formación de una nueva asociación en nuestro lugar, en el marco de una política
de la IPA, movilizó en nosotros una intensa turbulencia emocional por lo
significativa y compleja. Esta, a la vez se vinculaba con un antiguo deseo de
construir un espacio de formación psicoanalítica.
La inexistencia de una
formación con las características que ofrece una institución psicoanalítica
unida a la gran dificultad de viajar a otros centros, generaba en nosotros una
preocupación, por la gravedad del hecho que los egresados de la universidad
nacional de la cual éramos docentes, se iniciaban en el ejercicio de la
profesión, sin los conocimientos teóricos necesarios, sin supervisiones
clínicas ni análisis personal. Esta situación implicaba serios problemas éticos
y de desarrollo profesional.
En este sentido, empezamos a
soñar con la posibilidad de comenzar el largo recorrido que implicaba fundar
una institución psicoanalítica, que pudiera ser un espacio de transmisión de
conocimientos ya constituidos y a la vez, un lugar de generación de nuevas
ideas.
A partir del aprendizaje
obtenido de experiencias previas frustradas, tomamos la decisión de generar un
tiempo de deliberación, convocando a psicólogos del medio para conocer su
motivación y compromiso para participar en la creación de un proyecto de estas
características. Para evitar la construcción de un edificio sin una base
sólida, a partir del intercambio, surgió la idea de establecer encuentros periódicos
con el fin de estudiar y discutir ciertas temáticas psicoanalíticas que previamente,
habían sido elegidas por los participantes.
Se intentó en ese momento no
realizar una adhesión prematura a normas y pautas de funcionamiento, sin haber
transitado por un proceso de reflexión y comprensión del significado y las
implicancias de pertenecer y sostener una institución de IPA.
En este devenir se
sucedieron conflictos diversos, situaciones de rivalidad, manifestaciones del
narcisismo de las pequeñas diferencias, así como sentimientos de incertidumbre
y ansiedades vinculadas a la posibilidad de seguir creciendo. Estas últimas se
intensificaban por el hecho de tener que superar la evaluación del conocido
Comité de Site Visit, que la IPA envía para considerar si es viable el acceso
al status de Grupo de Estudio. Ellas son algunas de las fronteras que han sido
atravesadas por el grupo y que inevitablemente continúan irrumpiendo, ya que
son propias de la vida institucional.
Cabe destacar la importancia
del lugar del diálogo, muchas veces intenso y apasionado, entre los diferentes
integrantes, tanto entre los miembros y con los analistas en formación, sobre
todo en momentos en que se está definiendo el perfil de la institución y hay
que tomar decisiones, así como “hacerse escuchar por la IPA”.
En la etapa fundacional es
importante el intercambio permanente con analistas de otras asociaciones y el
asesoramiento de aquellos de mayor experiencia y conocimiento del
funcionamiento institucional de la IPA.
Es a tener en cuenta que en
toda institución existe una tensión inevitable entre la tradición en el sentido
de trasmisión de saberes y normas ya establecidos y la invención, concebida
como la posibilidad de crear nuevos conocimientos y nuevas modalidades de organización.
Es interesante analizar cómo se manifiesta
esta relación dialéctica en una institución en construcción, en la que se profundiza
este contrapunto, al no poder mantener cierto equilibrio inestable que permita
contener sin someter. En la historia de nuestro grupo, un riesgo que vivimos (y
seguimos viviendo) es que la aspiración a pertenecer nos lleva en algunos
momentos, a la tentación de apegarnos acríticamente a doctrinas y normas de la
institución madre. De este modo, se abandona el pensamiento autónomo,
restringiéndose las posibilidades de plantear las singularidades y dificultades
al Comité de Patrocinio que “representa” a la IPA y que queda significado como
la “tradición”.
En este sentido, el grupo
intenta permanentemente tomar conciencia de esta problemática, advirtiendo las
distintas fronteras a superar, tales como la idiosincrasia de nuestra región,
la cultura psicoterapéutica de numerosos integrantes, inicialmente la falta del
número de miembros de IPA requeridos reglamentariamente, la endogamia inherente
a una ciudad pequeña, entre otras.
En este proceso de
construcción de la institución promovemos una transmisión no dogmática de la
teoría y de la técnica psicoanalítica, el conocimiento de la coexistencia de
una multiplicidad de modelos en nuestra disciplina, un pensamiento autónomo de
los integrantes, la participación activa de todos (miembros y analistas en
formación) y la apertura e interacción con las diferentes instituciones de
nuestro contexto cultural. De igual modo, se estimula el reconocimiento de las
nuevas problemáticas que interpelan al psicoanálisis en la actualidad, como la
temática de los géneros, las nuevas subjetividades sexuadas, la violencia de
género, las nuevas infancias y adolescencias, las configuraciones familiares
actuales, la parentalidad de hoy, entre otras tantas.
Consideramos que al tener en
cuenta los problemas antes mencionados, y al valorar el aporte de otras
disciplinas como la filosofía, la antropología, la sociología y la política, con
las cuales es posible establecer un enriquecedor diálogo interdisciplinario,
intentamos trascender las fronteras que pueden imponer la tradición, por un
lado y la invención, entendida como una creencia en la espontaneidad, el
sentimiento de autosuficiencia y el apego al sentido particular de cada vivencia.
En nuestra experiencia de
transitar el camino hasta que se logró acceder a ser considerado Grupo de
Estudio hace dos años atrás, advertimos la relevancia que las personas que
integran los Comités de Patrocinio, además de la capacidad de transmitir las
pautas de organización y funcionamiento de una nueva institución, posean la
plasticidad suficiente, para comprender las singularidades del grupo en
construcción y considerar las fronteras que nos limitan.
De este modo, es posible que
su tarea se caracterice por acompañar y contener el desarrollo del grupo,
promoviendo un clima que favorezca la creatividad y el crecimiento.
Estas cualidades deseables en
estas comisiones, pensamos que sólo son posibles a partir de la existencia de
políticas flexibles en el Comité de New Groups de la IPA.
Otra situación importante
que no se puede dejar de mencionar, ya que se constituye en un serio riesgo
para la continuidad grupal, son los inevitables movimientos regresivos que como
toda institución hemos transitado y transitamos. Este clima emocional de
pérdida transitoria del estado mental de grupo de trabajo (Bion, 1961), y el
consiguiente surgimiento de los diferentes supuestos básicos, se incrementan en
estos momentos fundacionales, por la intensidad de las ansiedades inherentes a
la incertidumbre que produce lo nuevo. Este tipo de funcionamiento grupal
distorsiona el diálogo, perturba la discusión enriquecedora de conocimientos,
conduce a conflictos infantiles, a juegos de poder innecesarios y a una
comunicación sesgada, que pueden llevar a la ruptura grupal.
La posibilidad de recuperar
la capacidad de pensar se vincula con los recursos del grupo para
autocuestionarse, con la toma conciencia de la experiencia emocional que se
está transitando y de este modo enfrentar los propios límites. Se intenta
desarrollar la tolerancia a las diferencias, la comunicación de los propios
malestares, así como una escucha receptiva y abierta a las ideas del otro.
¿Por
qué una nueva institución psicoanalítica hoy?
La construcción de una nueva
sociedad psicoanalítica hoy nos enfrenta con numerosos desafíos. En primer
término, es imposible dejar de considerar que el acelerado desarrollo
científico y tecnológico ha modificado las pautas del modo en que vivimos. Por
lo tanto, si cambia el contexto cultural también la mente cambia. Se advierte
así, que los criterios de realidad, el sistema de ideales, las cualidades de
los malestares y los criterios de éxito y fracaso se han modificado en esta
sociedad de la imagen, de la instantaneidad y del espacio virtual.
En función de todo ello, los
referentes básicos que utilizamos los psicoanalistas como sexualidad,
filiación, familia, malestar, placer, transgresión, no son los mismos que
antes. Esto nos exige la tarea insoslayable de intentar comprender las
variaciones operadas, para poder escuchar a los que estructuran su vida
psíquica de una manera diferente a las de otras épocas.
De esta manera, el
psicoanálisis y todas las ciencias humanas se ven compelidas a revisar sus
conceptos centrales, en este nuevo contexto socio histórico, ya que de no
hacerlo podrían transformarse en discursos vacíos.
Nuestra aspiración es que la
formación psicoanalítica les provea a los nuevos analistas herramientas para el
abordaje de analizantes con dificultades en los procesos de simbolización, en
los que el espacio psíquico no puede alojar el conflicto con sus ansiedades y
defensas por la intolerancia al dolor psíquico, lo que conduce a la expulsión
al cuerpo o a intentar tramitarlo en el pasaje al acto.
Es por ello, que se intenta
desarrollar recursos en los analistas en formación para que puedan hacer contacto
y hablar un idioma compatible con los nuevos pacientes, buscando la posibilidad
del despliegue de la transferencia en un vínculo significativo, que permita ir
descubriendo el sentido de los padecimientos.
Soñar una institución
psicoanalítica nueva, atravesada por los anhelos mencionados, podría sostenerse
ante la existencia de múltiples terapias alternativas que se ofrecen como una
solución rápida a las problemáticas actuales.
Fundar una institución
psicoanalítica hoy, supone poseer la convicción de la vigencia del discurso
freudiano como “vía regia” de indagación de las nuevas subjetividades.
El deseo como institución en
crecimiento es transmitir que psicoanalizar no consiste en aplicar una teoría
con la que nos identificamos, sino desarrollar la disponibilidad para detectar
y alojar lo nuevo que aparece en el campo analítico.
Bibliografía
- Bion, W. (1961). Experiencia en Grupos. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós.
- Bleichmar, H., Etchegoyen, H., Fainstein, A., Eizirik, C.L. y Olagaray, J. (setiembre de 2010). Cien años en Sociedad. Hable con ella. Docta. Revista de Psicoanálisis. Año 8 (6), pp.205 - 214.
- Eizirik, C.L. (setiembre de 2011). Tradición/Invención. Docta. Revista de Psicoanálisis. Año 9 (7), pp. 104 – 108.
- Nick, S.E. (2014). La herencia transgeneracional, el complejo fraterno y el trabajo institucional. En APdeBA (Ed.) XXXVI Simposio Anual Siglo XXI: Herramientas y dispositivos del psicoanálisis (pp. 125 - 132). Buenos Aires, Argentina: APdeBA.
- Pasqualini, R. (2011). El relato como escritura. En APdeBA (Ed.) XXXIII Simposio Anual Relatos de la clínica (pp. 254 - 256). Buenos Aires, Argentina: APdeBA.
- Vidal, I. (2014). El analista y las instituciones. En APdeBA (Ed.) XXXVI Simposio Anual Siglo XXI: Herramientas y dispositivos del psicoanálisis (pp. 119 -124). Buenos Aires, Argentina: APdeBA.
- Viñar, M.N. (setiembre de 2011). Tradición/Invención. Docta. Revista de Psicoanálisis. Año 9 (7), pp. 87 – 94.
Descriptores: Institución Psicoanalítica – Fronteras -
Tradición - Invención
Resumen
Este trabajo, es un relato
que intenta dar cuenta de la complejidad de la construcción de una nueva
institución psicoanalítica de IPA en una provincia Argentina, después de muchos
años de que ello no ocurriera.
El logro de ser un Grupo de
Estudio en una ciudad pequeña nos enfrenta a numerosas fronteras, que nos
exigen pensar y repensar continuamente, cuál es la institución posible a ser
construida; es decir los límites y las posibilidades que implica.
En este devenir, la relación
dialéctica entre tradición e invención intensifica su tensión, siendo muchas
veces difícil mantener cierto equilibrio inestable.
Es así que recuperar la
historia del grupo y aprender de la experiencia que surge en el proceso de
creación de una nueva institución, nos permite ir trascendiendo las fronteras
que pueden imponer la tradición, por un lado y la invención, entendida como una
creencia en la espontaneidad, el sentimiento de autosuficiencia y el apego al
sentido particular de cada situación vivida.
[1] (APdeBA / Grupo de Estudio Psicoanalítico San Luis)
[2] (Grupo de Estudio Psicoanalítico San Luis)
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