lunes, 29 de julio de 2019

CONTRIBUCIONES - Janine Puget




FRONTERAS. LO PENSADO Y LO IMPENSADO 

Janine Puget 



Es interesante observar cómo sutilmente se vienen creando nuevos vocabularios psy como se puede comprobar con tan solo prestando atención a los títulos de eventos científicos. Estos reflejan una preocupación por algo actual.. y en especial por lo que hace a lo que ubico como atinente a la subjetividad social, a lo que concierne el habitar e ir perteneciendo a espacios evanescentes en el hoy, al ir adviniendo y en cómo influye la tecnología en la formación de vínculos. Estos temas han venido penetrando en instituciones psy de diferentes países y diferentes teorías. Para algunos pudieron ser pensados ampliando hipótesis conocidas a manera de lecho de Procusto y para otros va siendo visualizado como del orden de lo no pensado, impensado e incluso impensable con las herramientas conocidas. Ello requiere incorporar a nuestro vocabulario psy los efectos de la porosidad ante las múltiples y fugaces influencias a los cuales estamos todos expuestos y que son de oren de lo imprevisible. Estas sutilmente o no atraviesan las paredes imaginarias que parecían protegernos de cualquier estimulo llamado “exterior”. Y entonces ocupaban el no lugar de lo no incluido. Para incluirlos hubo que desplazar de su centro la fuerza explicativa de la continuidad, de lo previsible y de un presente en el que se reflejan los efectos de nuestros pasados y antepasados (Puget J. 2015), etc. 

Lo que intentaré dibujar hoy es el trayecto que algunos hemos recorrido a lo largo del cual hubo que ir rompiendo paredes de fronteras imaginarias hasta llegar al desafío de hacer con lo múltiple y cambiante. Algunas situaciones sociales a las que me voy a dieron lugar a rupturas de la linealidad. 

.- Con Wender (Puget J., Wender L. 1982, 2007) a raíz de un conflicto institucional nos percatamos de nuestra porosidad lo que nos hizo pensar que ciertos estímulos de la vida cotidiana de los que supuestamente estábamos protegidos por el famoso encuadre entraban por la ventana sin que nos hayamos percatado de como procesar sus efectos. En aquel entonces fue necesario incluir el concepto de Analistas y analizados en Mundos Superpuestos, que aludía a reconocer que había que tener en cuenta que en la sesión tenían vigencia efectos de la ajenidad de cada uno y un advenir azaroso. El analista no era solo objeto de transferencia sino sujeto relacionado con otro sujeto. Una primera pared se rompió la que correspondía a la transferencia y al encuadre famoso y peor aún a la neutralidad del analista. Había que agregar algo más y darse cuenta que el analizado es a veces una manera de conectarnos con la vida cotidiana y lo esperamos como informante. 

.- Luego otra excepción (ruptura), la dictadura me permitió ocuparme de la violencia social y especialmente de la violencia de estado (Puget J., Kaës R. et al. 1989) y darme cuenta que solo con inútiles artimañas podíamos hacerla caber en los cuerpos teóricos existentes. Por suerte el lecho de Procusto ya no era solución y fue necesario pensar los traumas sociales con herramientas que no homologaron mundo interno y subjetividad social. Un nuevo desafío 

.- Lo llamado “social” también entró rompiendo parte de las paredes de IPA cuando se creó un Working Group Internacional del que formé parte (2005-2010) para que nos ocupemos de los prejuicios[1] en su dimensión social agregando que incluía el antisemitismo. Pero en ese dispositivo la tendencia seguía siendo para algunos que con los escritos sociales de Freud debía alcanzar. Y para otros se contempló la complejidad que estos temas proponían. 

.- Estos hitos sintetizan cuán difícil resultó ser infieles a los textos sagrados lo que incluía un renovado temor a ser acusados de crear un Psicoanalisis transgresor si bien estos temas ubicados en una suerte de Estado de Excepción tenían cada vez más vigencia. Psicoanalisis si pero distinto. 

Y así fue que como poco a poco algunos entre los cuales nombro especialmente a I: Berenstein, comenzamos a hablar de vínculos, de deconstrucción, de paredes estalladas en múltiples pedazos, de interferencia, de espacios líquidos, de incertidumbre, de superposición o no de lo llamado singular y lo vincular. O todo es social o lo social merece un trato propio. 

Había que pasar de una óptica restringida o mirar, escuchar lo que los mismos pacientes, o sea la vida nos venía imponiendo. y para ello se requirió un fuerte cambio teórico. 

.- Pero entonces cómo hablar de fronteras, concepto que de inmediato hace pensar en geografía y en un trazado posible que delimita zonas en las que se habla un mismo idioma, cultura, costumbres, prejuicios etc. O sea en los que ilusoriamente habría un singular (identificatoria) que protegería de la subjetivación continua y fluctuante, rizomatica. (Puget J., 2015) 

Por otra parte no nos olvidemos que también fronteras puede ser un concepto que remire a un imaginario defensivo o tan solo a aquel espacio entre dos que alude a lo múltiple e inasible, lo que chirria en cualquier vínculo. Ya no es un espacio claramente delineado sino el que se constituye en cualquier encuentro y que alude a diferencias infranqueables e irritantes.. 

Aquí el acento permite recalcar los múltiples significados de lo diferente que recorre una curva que va desde lo binario y armonioso hasta lo múltiple, lo creativo, lo imposible de hospedar, lo que concierne a las diferentes maneras de producir subjetivación. Ya aquí entramos en las vicisitudes de conceptualizaciones acerca de lo diferente. Nuevas herramientas propuestas incluyen lo ajeno, alter, extranjero, intruso, el hospedar, delimitar lo propio que chisporrotea en cualquier vínculo etc... Un singular que se pierde en lo múltiple. ¿Me pregunto si podemos hospedar amablemente a todo ajeno, extranjero, intruso? La hospitalidad forzada parece imposible si bien no por ello carente de efectos. Cualquiera sea la cualidad de lo ajeno es imposible eludir sus efectos. 

Quiere decir entonces que lo que en su momento pudo ser un tema de las geografías y de las contiendas políticas pasó a interesar a los psicoanalistas a veces ayudados por filósofos o psicoanalistas algo diletantes que se atrevieron a dejar entrar los intrusos o dar otra vuelta a estos temas. Entonces apareció la necesidad de hacer algo con lo ajeno tolerable y lo ajeno del cual nacen fronteras difusas así como infranqueables. Me resulta interesante asimilar fronteras a los mares como fronteras fluctuantes e franqueables, de alto riesgo, mares que a su vez a veces se tornan cementerios de sin nombres. 

Entonces fronteras imponen un trabajo posible o imposible que dará lugar en cada caso a varios instrumentos que hacen a la subjetivación para lidiar o hacer con lo por siempre ajeno-extranjero y delimita un posible y un imposible. 

Muchas puertas se abren y es posible que una de ellas pase por profundizar el tema de los prejuicios tan comunes, dañinos y tan difíciles de erradicar. Son inherentes a la socialización y marcan una barrera semántica que hace imposible alojar creativamente lo ajeno. 



Bibliografía: 

  • Puget J. 2015 “Subjetivación discontinua y psicoanálisis. Incertidumbre y certezas”. Buenos Aires, Lugar Editorial. Marzo 2015. 190 paginas 
  • Puget J., Kaës R. et al. 1989 "Violence d'Etat et Psychanalyse" Paris, Dunod. ("Violencia de Estado y Psicoanálisis". Centro Editor, Buenos Aires, 1991; Editorial Lumen, Marzo 2006.) ("Violenza di stato e psicoanalisi". Italia, Ed. Gnocchi, 1994.) 
  • Puget J. Wender L. 1982 "Analista y paciente en Mundos superpuestos". Buenos Aires, Psicoanálisis Vol. IV, Nº 3, pp. 502-532. 
  • Puget J. Wender L. 2007 “El Mundo Superpuesto entre paciente y analista revisitado al cabo de los años”. Buenos Aires. Revista Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados, Nº 30. 2005-2006. pp. 69-90. 




Notas

[1] 2005 “Psychic Cruelty And Bloody Cruelty. Terror From Within And Terror From Without” IPA 44Th Congress, Rio De Janeiro. Trauma: New Developments In Psychoanalysis Discussion Group Participants: G. Awad, I. Berenstein, S. Erlich, G. Mazarweh, J. Puget, R. Stein Chair: Isaac Tylim 

2006 “Los prejuicios como instrumentos discriminatorios”. Puget J., Conferencia Congreso Salud Mental. Madres de Plaza de Mayo. 1 nov. 2006 (Familias y Parejas Psicoanalistas en América Latina. Comisión de Familia y Pareja FEPAL. Fasículo virtual Año 2009, N°1. Sonia Kleiman (compiladora). Pp. 214-225) 

2007 “What can psychoanalysis say about prejudice today? IPA Prejudice Workgroup (Afaf Mahfouz, Celia Katz de Eskenazi, Cyril Levitt, Deena Harris, Fanny Blanck-Cereijido, Gilbert Diatkine) (including antisemitism) Chair and panelist. 45th International Psychoanalytic Congress, Berlín, Alemania, 2007.


jueves, 11 de julio de 2019

CONTRIBUCIONES - Alfredo Bergallo



EL INTENTO DE ESTABLECER UNA NUEVA FRONTERA ENTRE DIONISIO Y NARCISO PROTAGONIZADO POR BLANCA MONTEVECHIO EN SU LIBRO DE 1999

Alfredo Bergallo



Mi propósito es resumir y reflejar el capítulo II del libro: ”Las Nuevas Fronteras del Psicoanálisis. Dionisio, Narciso y Edipo” escrito por Blanca Montevechio, por considerarlo pertinente para este Simposio y a su vez homenajear, modestamente, a una gran maestra y amiga.


Tal como se comenta en la última tapa de su libro; en él se explora la instrumentación de aquellos recursos del Psicoanálisis más aptos para una aproximación a la comprensión de los fenómenos intersubjetivos atravesados por la dimensión social.

Se dijo ahí, " que la variedad de temas dejan entrever un eje problemático común, producto de los requerimientos de la práctica profesional en los medios hospitalarios, educativo y privado, así como cuestionamientos personales de índole existencial y teórica, nacidos durante el transcurso de la última década del siglo pasado(1992-1999)".

Blanca titula el Cap. 2 “El Laberinto de Narciso”.

La teoría del narcisismo, aunque esbozada en trabajos anteriores, fue inaugurada por Freud en 1914, y abrió nuevas posibilidades, en la comprensión de los fenómenos psíquicos.

Tabak de Bianchedi y Darío Sor destacaron que Bion encuentra en los mitos un equivalente del cálculo algebraico, y sostiene que podemos tomar los mitos en sus diferentes versiones, y usarlos no sólo como modelos interpretativos, sino para solucionar problemas psicoanalíticos, tanto en el campo de la clínica como de la teoría.

En Introducción al Narcisismo, Freud (1914, Pág. 17) nos dice: “el individuo vive realmente una doble existencia, como fin en sí mismo y como eslabón de un encadenamiento al cual sirve independientemente de su voluntad, o en contra de ella “.

BM afirma que,  "Dada su prematuración, el ser humano recorre una primera etapa de extrema dependencia en ese vínculo primigenio de enorme asimetría, en un camino lleno de obstáculos que significan las carencias, los excesos y las distorsiones inherentes a dicho vínculo".

Una carrera inversa requiere recorrer sucesivos grados decrecientes de niveles de simbiosis, sincretismo fusional con el medio, acompañado por la madre y los sustitutos.

Me apresuro a destacar que ella presenta en este capítulo el “culto de Dionisio”, sosteniendo la hipótesis de que el mismo nos  ayudaría a comprender los más primitivos estadios del desarrollo humano, dónde el vínculo es de carácter fusional. 

Afirma: "Lo dionisíaco se constituye en una metáfora apta para referirnos a los primeros momentos del desarrollo humano, como a las manifestaciones posteriores en la vida adulta que actualizan esa dimensión de retorno a la unidad primordial"  A mi entender, sobre todo, por el carácter licencioso y orgiástico de lo dionisíaco.

Se pregunta "¿Cuáles son las experiencias que nos hablan de este fuerte contenido emocional del orden de lo fascinante y lo sublime?

Se trata de las vivencias de unión con el todo* de carácter placentero, como ser el sentimiento oceánico, el éxtasis religioso, las experiencias místicas, la inspiración artística, los fenómenos de masa, ciertas formas de enamoramiento, algunos fenómenos parapsicológicos y los que se producen bajo los efectos de algunas drogas como la mezcalina y el ácido lisérgico. Lamentablemente, actualmente hay muchas más variedades de drogas y más uso o abuso en la medida que se está naturalizando su consumo, por ejemplo en la denominada " la previa" como comenta Silvia Ons, dónde algunos jóvenes se acercan al coma, sin llegar a cumplir su propósito de ir a la fiesta posterior, lo que expresan con el comentario: ¨Me la comí¨.  Y no olvidemos " los fanatismos políticos y deportivos, etc.

Sintetizando; el”espíritu dionisíaco” se manifiesta con su tendencia a la fusión y la vuelta a la unidad primordial.

Y agrega B.M. En el caso de vivencias del orden de lo siniestro,” la otra cara del éxtasis, lo dionisíaco muestra una vertiente grotesca y cruel, desmesurada y violenta, cuya motivación  se evidencia por ejemplo en el fenómeno de la tortura, en el maltrato a las mujeres, violencia de género, etc."

Este narcisismo arcaico, entonces, no es, conjetura BM, algo así como plenamente “anobjetal”*, sino que implica un fuerte vínculo con el otro, pero esta ligazón es de carácter indiscriminado, mientras que en la etapa del narcisismo primario propiamente dicho o especular ya hay un "germen " de clivaje entre los miembros de la relación diádica originaria".

Freud fundador y los precursores de esta nueva frontera.

BM nos hace conocer distintos puntos de partida, con breves síntesis de la diversidad teórica, con la que las escuelas psicoanalíticas intentaron abordar la problemática de la mente primitiva, un complicado laberinto vinculado, incluyendo habitualmente lo que abarca el mito de Narciso, especialmente denominado como narcisismo primario. Sería una expresión de lo que Bion consideraba como mente primordial que se expresaría en cualquier momento del desarrollo psicológico del ser humano, y a su vez, en cualquier momento del desarrollo del cuerpo. 

La involución a la mente primordial sucede, como la evolución o progresión del desarrollo, a raíz de cambios catastróficos según Bion.

Freud llama a ”identificación primaria” a la que se produce, principalmente, en los orígenes de la vida, antes de la investidura libidinal de objeto ; o de reconocimiento de éste como fuente de placer, es decir, sin previa elección de objeto.

La Psicología del Yo, si bien toma en cuenta los factores ambientales, responde al modelo del individuo autónomo, con un yo conciente y racional ampliado a expensas del ello y con áreas libres de conflicto, que buscan adaptarse a su medio.



En su desarrollo del endogenismo de la fantasía inconsciente la escuela kleiniana concibe un intercambio de identificaciones proyectivas inconscientes que hacen imposible la idea de anobjetalidad absoluta.

Sandor Radó (1927), considera que el yo, que confluye nuevamente hacia una unidad, y la repetición, en el interior psíquico de aquella fusión con la madre; se  observa en los cuadros de manía.

Margaret Mahler (1984) utiliza el término “simbiosis”, tomado de la biología, para designar una estrecha asociación funcional de dos organismos con provecho de ambos. El rasgo esencial de la simbiosis es la ilusión de una frontera común, de dos individuos que, de hecho, están físicamente separados, y es dentro de esa matriz de dependencia fisiológica y sociológica respecto de la madre dónde se produce la diferenciación estructural del yo del bebé.

Bowlby (1976) se refiere a los vínculos tempranos como “conducta de apego” y “vínculo afectivo”, y los emplea en lugar de “conducta dependiente”, por la connotación negativa que la conducta occidental otorga a la idea de dependencia, diferenciando entre el objeto hacia el cual se dirige la conducta afectiva del apego y el objeto hacia el cual se dirige la conducta alimentaria o sexual.

Kohut (1977) considera que la condición para reactivar las conductas narcisísticas, cuya liberación es el móvil de los cambios terapéuticos, es el establecimiento de un ligamen transferencial, de una identificación masiva con el analista.

Bleger (1989) prefiere hablar de “sincretismo” al referirse a los estadios de estructuración, concepto más cercano a los fenómenos clínicos y no de “narcisismo”, que remite a una teoría más metapsicológica.

Winnicot considera que la comunicación inconciente y los estados de “feeling” entre la madre y el infante, están intrínsecamente relacionados con la habilidad de la madre para identificarse con su bebé, fusionarse con él, y dónde ella es el bebé y el bebé es ella.

Castoriadis (1989) al referirse al núcleo monódico del sujeto originario, considera que en su primer “estado” y su primera “organización”- en las antípodas de todo lo que se entiende por Estado y organización- es imposible el planteamiento de una distinción entre sujeto-si hay sujeto- y el resto. El “protosujeto” y el “protomundo” se superponen plenamente y no hay aquí ningún medio para separar representación y “percepción” o “sensación”.

Aquí, con esta magnífica síntesis, concluye BM, que estos aportes dan sustento a la concepción de un individuo cuyos límites no se circunscriben a su esquema corporal, y nos aproxima a la idea de “inconciente compartido” entre dos y más individuos inmersos en un sistema ampliado que los incluye.

BM afirma que la persistencia de este estadio, que llamaremos dionisíaco, para discriminarlo del narcisismo, en el adulto, coexistiendo con niveles de mayor diferenciación de aparición en otros momentos, da cuenta de ciertas conductas del ser humano que se apartan del ideal de racionalidad.

Al sincretismo del estadio dionisíaco le sucedería, según su hipótesis, el narcisismo del estadio del espejo o narcisismo vero, que se corresponde  con la fascinación de la imagen especular.

BM cree que "si bien Freud no centró la explícitamente el narcisismo en torno a la problemática de la imagen, Preyer, Wallon y Lacan han postulado el estadio del espejo dónde se produce el conocimiento de la propia imagen, distinta de las de los otros y, sin embargo, semejante a ellas, considerada la primera verdadera relación humana con otro y el primer encuentro consigo mismo. Es el momento cuando la subjetividad como experiencia preverbal comienza a constituirse en un conjunto de relaciones que constituyen un esbozo de la coexistencia y se produce la anticipación gozosa de la unidad del propio cuerpo, identificación con la mirada del  otro puesta en uno. Su iniciación a los seis meses de vida caracteriza la relación diádica madre-hijo, anterior a la aparición del tercero."

En este nivel, nos aclara BM, perteneciente al orden de lo imaginario, se constituye el yo ideal y el inicio de la percepción de otro como un doble especular. A este estadio pertenece el fenómeno del doble. La persistencia de esta estructura se exterioriza como dificultad en admitir las diferencias en el otro, que es aceptado sólo cuando se presta para reforzar la imagen grandiosa de sí mismo.

El déficit de narcisización que ocurre en este estadio se constituye en el sustrato de los cuadros denominados narcisísticos observados en la clínica.

Pero la concepción de un psiquismo estructurado a partir de la fase del espejo, con punto de partida en el narcisismo gozoso de la anticipada completud imaginaria de la imagen, prescinde de los niveles dionisíacos más arcaicos de la estructuración del psíquismo.

El cese de la admiración incondicional y del reclamo del otro, que ya está modelado por la cultura, es lo que crea la dimensión del ideal y explica por qué los ideales no son individuales sino una adquisición de lo que la sociedad pauta (Bleichmar, 1983).

Edipo

Dice Blanca Montevechio por último:

La introducción de un tercero que favorece el procesamiento de la Unidad primordial y de la situación especular, representa la ley de interdicción del incesto, culmina con la instalación del ideal del yo y del superyó, como instancias intrapsíquicas. Esta estructuración subyace a los cuadros psiconeuróticos, y es accesible al tratamiento individual.

Levantamiento de la represión mediante la interpretación, que da acceso al inconciente individual, y está facilitado por la vía de asociación libre del paciente. 

Lo anterior es hasta el presente el objeto central de la mayoría de los desarrollos psicoanalíticos.

Estamos en el año 2019, a esta altura, convengamos, que no llegó a consagrarse, ni instalarse el " Dionisismo" con la aceptación que si alcanzó la frontera entre Narciso y Edipo. El narcisismo si bien conforma una conceptualización polifacética sustenta con holgada claridad los abordajes psicopatológicos de las patologías de la actualidad.

Mi pregunta final es ¿si esta revisión de esta postulación no tuvo el logro buscado como desarrollo de la teoría se debe a la complejidad que implica establecer fronteras en tanto se trata de dilucidar diferencias?

Resumen.

Mi propósito es resumir y reflejar el capítulo II del libro:”Las Nuevas Fronteras del Psicoanálisis. Dionisio, Narciso y Edipo” escrito por Blanca Montevechio, por considerarlo pertinente con este Simposio  y a su vez homenajear  a una gran maestra y amiga. 

Me apresuro a destacar que ella presenta en este capítulo el “culto de Dionisio”, afirmando que el mismo nos  ayudaría a comprender los más primitivos estadios del desarrollo humano, dónde el vínculo es de carácter fusional. 

Afirma: "Lo dionisíaco se constituye en una metáfora apta para referirnos a los primeros momentos del desarrollo humano, como a las manifestaciones posteriores en la vida adulta que actualizan esa dimensión de retorno a la unidad primordial" A mi entender, sobretodo, por su carácter licencioso y orgiástico.

Se pregunta "¿Cuáles son las experiencias que nos hablan de este fuerte contenido emocional del orden de lo fascinante y lo sublime?

A pesar de la amplia fundamentación que en su libro alcanza, BM no logró que su propósito incluyera esa nueva frontera.
  




Bibliografía 



  • Comunismo sexual. Silvia Ons
  • Diccionario de mitología. Griega y romana. Pierre Grimal.
  • La mente primordial, el mito de Babel y la mente separada. Elizabeth T. De Bianchedi y Darío Sor-del libro Las tareas del Psicoanálisis: Ensayos en Honor de R. Horacio Etchegoyen. Jorge Ahumada y col.
  • Las nuevas fronteras del psicoanálisis. Dionisio, Narciso y Edipo. Blanca Montevechio. Ed. Lumen. Tercer milenio.


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 *  Destacado por mi no por la autora.

miércoles, 3 de julio de 2019

CONTRIBUCIONES - Delia Torres Aryan


DECONSTRUYENDO FRONTERAS

Delia Torres Aryan


Ser contemporáneo es vivir en las fronteras
Giorgio Agamben


Me propongo deconstruir tres figuras míticas de mujer a la luz de las ideas de Walter Benjamin.

La obra de Benjamin es fragmentaria, inconclusa, hermética, anacrónica y siempre actual, no como defecto sino como materialización de su pensamiento filosófico materialista, místico, romántico, estético que se ocupa de teoría de la historia, arte, política y muchas cosas más como el juego de los niños o ser coleccionista.

Todos estos campos confluyen de manera inseparable en su reflexión errante.

La errancia es su forma de pensar y producir en consonancia con el concepto de ser judío, vivir en movimiento, en éxodo, en marcha renovada y activa con la certeza de que el mesías llegará, no como algo exterior al quehacer diario, sino como certeza de que en el recorrido en que se vence cada obstáculo que se presenta, reside la potencia. Esta es su mística, una forma posible entre muchas de esperar al mesías que se celebra y renueva en el saludo emocionado “el año que viene en Jerusalén”. Hay muchas formas de entender el pensamiento de Walter Benjamin, esta es la mía que coincide con muchos y difiere de muchos otros.

Temporalidad. Transmisión. Tradición.

Para Benjamin el tiempo no es un continuum sino la dialéctica de fragmentos de tiempo. La historia no es un pasado que progresa sino fragmentación de momentos, imagen del pasado que se actualiza y revela eventos históricos como una imagen onírica a la que llama imagen dialéctica. Hechos anónimos del pasado que nos enfrentan, nos miran, nos interpelan e inquietan, se trata de un entrecruzamiento entre el observador y lo observado, lo lejano se insinúa próximo y lo próximo resulta lejano.

La historia no es un desarrollo lineal sujeto a leyes, previsible y controlable, sino el resultado de contingencias del azar que encuentran su sentido a posteriori, es un lugar de verdades transitorias y a veces contradictorias.

Es una síntesis auténtica, una inter penetración crítica del pasado y el presente, un objeto histórico que se convierte en el origen. Un síntoma de la historia. Es un concepto opuesto a la síntesis dialéctica de Hegel, que es una espiral sin resto.

“Tradición” es una forma de sentir sin recuerdos, implica tareas de organización y transición que deben concluir con la posibilidad de transformar en propia historia un tiempo pasado y perdido, aquel en que los padres aportaban la garantía de un saber sobre la vida y la muerte. Relato que permite sentirse encarnado en las palabras que hablan de los propios sentimientos en donde habitan las voces materna, paterna y comunitaria. Experiencia que ubica al sujeto como sucesor y predecesor en una continuidad generacional que lo confronta a integrar diferencias y prohibiciones estructurantes. A aceptar que toda fuente de placer posee el poder de ser fuente privilegiada de sufrimiento. A renunciar a una garantía de verdad. A encontrar una palabra propia, siempre anteúltima que es transmisión de los valores de una familia y una cultura. Tradición que debe entenderse como relectura talmúdica renovada y no como repetición.

Experiencia es lo que puede ser puesto en relato, la narración ejerce un poder sobre el cuerpo y es fundamento de toda tradición.

La tradición judía tiene un texto breve la Torah, son los primeros cinco libros del antiguo testamento, y el Talmud, registro enorme de la práctica de la lectura de la Torah, contiene todas las interpretaciones. “Todas” significa registro de las canónicas y también de todas las incorrectas, las desechadas.

Este modelo es único en occidente y es matriz del pensamiento de Benjamin y Freud que aparece a comienzos del siglo XX.

Freud, cuando afirma que los sueños son la vía regia del inconsciente significa, como Benjamin, que lo más importante es lo insignificante, lo desechado, lo dejado de lado por inútil como los restos diurnos, los lapsus, las fantasías.

La historia la escriben los vencedores afirmo Benjamin queriendo decir, debemos mirar qué sucedió a los vencidos, los olvidados, obturados, para acercarnos a comprender un hecho histórico. Si existe el derecho es porque no hay justicia y el derecho está siempre al servicio de los vencedores.

Mesianismo.

Tiene dos acepciones contradictorias, una que no es la de Benjamin, dice que llega un salvador, un elegido que viene a redimirnos y autoritariamente dice qué se debe hacer estrictamente, obedecer a sus consignas para alcanzar la salvación. En la perspectiva judía de Benjamin, el mesías es la revolución en el sentido de 1789, no es el resultado “natural” o “inevitable” de una historia concebida en base a un progreso lineal y acumulativo burgués. La filosofía de la historia benjaminiana se opone tanto a las etapas lógicas del marxismo como a la posición burguesa.

La revolución modifica al pasado y al presente y prepara una trama distinta de la historia. Restituye una tensión entre lo actual y lo potencial, sucede como un relámpago, un instante fugaz. Benjamin se libera del pesimismo de la catástrofe que siente que se avecina, la Shoah y segunda guerra mundial, conciliando anarquismo y un marxismo disidente.

¿Religión en qué sentido?, como preservación del misterio de la vida y la muerte que atraviesa todo conocimiento humano.

Benjamin siempre vivió a contrapelo. Expresión de su autoría: “la historia hay que leerla a contrapelo”. Se ganaba la vida escribiendo artículos para periódicos con lo que no alcanzaba a cubrir las necesidades de una vida muy austera sostenida con el dinero que le enviaban sus amigos, muchos de ellos ya trabajaban en universidades de Estados Unidos, forzados por la persecución Nazi.

En las Tesis de Filosofía de la Historia, su última producción teórica, 1940, considerada su trabajo prínceps, describe un aparato que juega ajedrez y siempre gana. Es porque tiene un sistema de espejos que permite a un enano escondido en la parte inferior ver las jugadas previas. El enano es la religión y el aparato el marxismo.

Con esta metáfora graciosa se puede entender por qué se puso en contra a gran parte de los marxistas y judíos religiosos.

Romántico.

Benjamin se sentía muy próximo al romanticismo alemán de fin de siglo XIX, no como producción literaria sino como corriente que nace como reacción hacia los preceptos racionales de la Ilustración, al principio de la utilidad práctica de la primera edad industrial y contra el pensamiento pequeño burgués monótono, gris y prosaico. Su rechazo a la idea de progreso no está al servicio del conservadurismo sino de la revolución.

En su lugar aspira a la conciliación entre naturaleza y espíritu, a la búsqueda de la verdad en el mundo mítico de la religión en la Edad Media como creencia en la intuición, la fantasía, el sueño como lugares fundamentales de la verdad a través de la imitación del sencillo quehacer artístico popular, que está en el origen de todas las cosas, que es continente de la belleza y espontaneidad de la naturaleza.

Estética.

La etimología de la palabra anestesia nos acerca a comprender el sentido de la estética benjaminiana. Estesia / dolor. An-estesia / sin dolor. La estética en nuestro autor, implica entrar a la comprensión por el camino del sufrimiento de los caídos, olvidados, sin nombre, que nos miran esperando ser redimidos por la historia.


&


Tomo tres figuras míticas, tres alegorías desde la perspectiva de Walter Benjamin.

Bajo la influencia de las ciencias de la naturaleza se produjo un cercenamiento del concepto de historicidad, que es la paradoja, la no coincidencia entre hechos y verdad, entre comprobación y comprensión.

Walter Benjamin trata de acceder a una concepción más auténtica de la historicidad, transformando una dicotomía en una bipolaridad que potencia una comprensión nueva.

La historia de los historiadores es como una novela verdadera por lo que conlleva de incierto y contingente.

En esta línea Freud dice: “…no la verdad material sino la verdad histórico-vivencial. Nos atribuimos el derecho de corregir cierta desfiguración que esta verdad ha experimentado con su retorno”.

“El material para nuestro trabajo lo tomamos de distintas fuentes: los datos que nos da el paciente, sus asociaciones libres, sus sueños, sus actos fallidos. Todo este material nos permite reconstruir tanto lo sucedido y olvidado como lo que le está ocurriendo en la actualidad”.

Hay algo intempestivo o a-histórico que da forma a la historia, es el momento de la “revolución de 1789”, momento irrepetible que siempre está por llegar y siempre ya ha pasado, no sabemos cuándo acontecerá. Ese plus es algo que no estaba antes y que aporta un fragmento de verdad como aletheia, desocultación, autenticidad vivencial en tránsito, en éxodo, sin retorno posible, un enigma que insiste como en la obra de arte o el juego.


Dido de Cartago: Una matemática.
Medea: de sacerdotisa, hija del rey, a esclava.
La Prostituta: figura mítica originaria.
“El que peca por la paga o el que paga por pecar”, dijo una chica mejicana a la que obligaron a dejar de leer sus 4.000 volúmenes en el siglo XVII.
Sor Juana Inés de la Cruz.
Posición inconciliable entre dos términos inseparables.

Dido.

Para Walter Benjamin la derrota de Cartago a manos de Roma es un acontecimiento desgraciado, “La historia la escriben los vencedores” escribió nuestro autor, con lo que quiso decir que toda historia oficial es un relato que idealiza a unos y desaparece a otros. En este caso idealiza a Roma y borra a Cartago. ¿Por qué Benjamin considera una desgracia la desaparición de Cartago? Fue destruida 200 años A C después de tres años de sitio romano se considera el primer genocidio de la historia. La fundó Dido, una princesa fenicia que ganó un premio por haber vencido en un concurso de matemáticas la posibilidad de fundar una ciudad que tendría la medida del cuero de una res. Dido, cortó el cuero en tiritas muy finas, rodeó una colina y así nació Cartago.

Cartago tenía una lengua, la púnica, una civilización refinada, una democracia desconocida para los griegos, con desarrollos edilicios insólitos para la época envidiados por los romanos. Su sociedad era urbana multiétnica. Sirios, egipcios, itálicos, africanos vivían en esa ciudad fundada por una mujer matemática. Roma quiso exterminarla porque obstaculizaba sus proyectos expansionistas. De una población de 400.000 habitantes al menos 150.000 perecieron. Se cuenta que en una batalla fueron muertos 70.000 hombres. Los cartagineses resultaron totalmente exterminados, los romanos tomaron 50.000 esclavos, la mitad mujeres.

Benjamin piensa que si Cartago no hubiese sido borrada de la tierra, la religión más extendida en occidente no sería el cristianismo, el patriarcado no reinaría como binomio junto al capital. Si Dido no hubiese sido obligada a suicidarse, África no hubiera sido reserva de esclavos ni lugar donde descartar residuos tóxicos.

Medea ¿filicida?

En la antigüedad, griegos y romanos reservaban para esposas y mujeres de la familia el segundo piso de sus hogares para evitar que fuesen vistas. Las Hetairas eran mujeres “para estar adelante” lo que se corresponde con la etimología de prostituta: pro, adelante; stituta, stare. Para ser vistas y escuchadas, intercambiar con hombres, asistir a los simposia, llevar una vida pública. Pagaban impuestos y en general eran extranjeras. Tenían una vida semejante a la de las mujeres intelectuales de la segunda mitad del siglo XX y XXI. También había esclavas.

Los griegos tenían hijos legítimos, ciudadanos, con las esposas griegas, podían tener hijos con hetairas o esclavas pero no eran ciudadanos, estos hijos existían en un “no lugar”.

La historia de Medea se inscribe en ese marco social, ella en Grecia era una extranjera y a ese no lugar se caía sin remedio si el ciudadano griego que la protegía, la abandonada.

Jasón había perdido su derecho al trono en Grecia, el tío que se lo arrebató lo envió a la Cólquida a orillas del Mar Negro a buscar el vellocino de oro. Así comienza la saga de los Argonautas y nace la historia de amor de Jasón y Medea. En la Cólquida Medea era sacerdotisa, es decir virgen, hija del rey que enamorada de Jasón usó su magia para que consiguiera al vellocino, luego huyeron a Grecia donde vivieron muchos años juntos y tuvieron dos hijos.

Pasado el tiempo Jasón comprendió que Medea era un obstáculo en el ascenso de su carrera política y decidió casarse con Glauce la hija del rey.

A partir de esa boda la vida de Medea y sus hijos sería la nada misma, han perdido todo. Medea mata a sus hijos y huye. Es aprendida pero no puede siquiera ser condenada porque no es una ciudadana, mera extranjera. El mito dice que una mujer por despecho mató a sus hijos como venganza porque fue abandonada.

Las ideas de Walter Benjamin nos permiten otra lectura que considera la nadificación social que padecen muchas mujeres extranjeras o pobres que son entregadas al desamparo más absoluto sin que socialmente se considere la participación que tuvo el hombre, esposo, padre, empleador en el desencadenamiento de la catástrofe.

El patriarcado es una organización social que aparentemente favorece al hombre y desfavorece a la mujer.

No se trata de qué los hombres hagan cosas desvalorizadas que hacen las mujeres, ni las mujeres “brillantes actividades masculinas”. Cosas de mujeres y cosas de varones es una división que desfavorece a ambos porque todo dualismo conduce a aporías esterilizantes.

Cuando el pater familia romano podía levantar al recién nacido del suelo y darle vida o abandonarlo en un camino condenado a muerte ¿Era justo para él tener que tomar la decisión sólo? O cuando tenía que ir a la guerra con permiso para matar y matando convertirse en héroe o, o, tantos infinitos o... O ser el único responsable de mantener económicamente a la familia... La exigencia de ser brutal frente a otros varones para confirmar su masculinidad.

La madre de los hermanos Graco cuando les dice “vuelvan de la guerra con el escudo o sobre él” exigiendo triunfo o cadáver.

¿Por qué los varones tienen que ser los que llevan a cabo la circuncisión ritual o en un naufragio ser el joven el que debe ofrecer su salvavidas a una anciana? ¿Por qué el féretro del padre lo llevan los hijos varones y no las hijas? ¿Por qué es necesario ser fuerte, diestro, inteligente y exitoso para ser respetado mientras la mujer sólo tiene que demostrar que no es una “mujer pública” con toda la ambigüedad del término, para no ser adjetivada como puta o yegua?

Las desventajas son desiguales pero injustas para ambos, todos necesitamos “un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”. Rosa de Luxemburgo.

Para Benjamin la rememoración universal de todas las víctimas sin excepción, es equivalente a la resurrección de los muertos. Amen.